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jueves, 26 de mayo de 2011

Drama "Se busca una reina"


Hola amigos les comparto otro drama aunque un poco atrasado que puede servir en un homenaje al dia de las madres. Este archivo contiene el audio en Mp3 que pesa 17,46 Mb y el libreto que se utiliza en esta obra y el link de descarga es:



Aqui les dejo el libreto por si lo quieren ver antes de descargarlo:



DRAMA: BUSCANDO UNA REINA

NARRADOR.. GRABACION
PRIMER DONCELLA: Nancy Zacarìas
SEGUNDA DONCELLA: Sherly Chaj
REINA…Margareth Canahui
ARTE… Lesbia Salguero
MÚSICA… William Peralta
CORTESÍA… Joel Chaj
MODESTIA… Maico Reynoso
SABIDURÍA…Brenda Chaj
CANTO…Sandy Zacarìas
MADRE…..Jaqueline Salguero

NARRADOR. En el trono regio de lejanas tierras hay una reina pensativa y triste. ¿Qué le sucede a su majestad? Siempre ha sido alegre, su bello rostro ha expresado la simpatía hacia sus súbditos. Algo repentino ha cambiado las cosas. Esto lo han notado sus allegados y en más de una ocasión han comentado preocupados... “¿Qué le pasará? Esto es extraño.” ¿Pudiéramos acaso nosotros aliviar en algo su pena? ¿Qué hacer?

PRIMER DONCELLA. Su majestad perdone si mis palabras no son oportunas pero estamos muy preocupados. Notamos algo que no es normal en usted: su simpatía y su alegre rostro se han transformado en tristes y pensativos. Por favor majestad, queremos ayudarla.

SEGUNDA DONCELLA. Sí majestad. ¿Qué le sucede? Si lo cree prudente díganos, por favor, confíe en nosotras que si es alguien que quiere hacerle daño nos opondremos y haremos lo que sea necesario para que esto no suceda. ¿No hemos sido siempre leales a su Majestad?

REINA. Me alegra que ustedes se interesen por mí, la verdad es que algo turba mi mente y me preocupa y quizás ustedes puedan ayudarme a solucionar el problema. Lo que me agobia es que no me encuentro en condiciones de continuar en el reino: las grandes preocupaciones han afectado un poco mi salud y necesito descanso… Pero lo que me preocupa y me tiene turbada es quién será capaz de hacerle frente a este reino con suficiente capacidad y experiencia para que pueda dirigirlo como es debido. Lo he pensado mucho y la tarea no es nada fácil, quisiera que ustedes me ayudaran a pensar quien podrá ser.

NARRADOR. Todos quedaron sorprendidos. ¿Una sustitución en el reino? ¿Quién sería capaz de hacer este trabajo? Nuestra reina ha sido excelente pero su salud está quebrantada, ¿dónde nos dirigiremos?

PRIMERA DONCELLA. Majestad quizás una princesa de un reino amigo pueda ocupar su puesto.

REINA. Creo que su pensamiento no es el correcto.

SEGUNDA DONCELLA. Escuche majestad esto que se me ha ocurrido, tal vez pueda ser la solución.

REINA. Di por favor, estoy ansiosa de encontrar la solución a este problema.

SEGUNDA DONCELLA. Sería bueno reunir a las más destacadas virtudes que en nuestro reino poseemos. Las traeremos ante usted y de ella elegirá la que va a reemplazarla.

REINA. Creo que tu idea es magnífica. Sin más demora reúnan a todos y tráiganla a mi presencia para ver si podemos conseguir la que nos hace falta.

PRIMERA y SEGUNDA DONCELLA. Listas, majestad, cumpliremos sus deseos.

NARRADOR. Las doncellas se retiran apresuradas en busca de una buena representación, harán un esfuerzo por buscar a alguien digno de esa responsabilidad. Con afán se dieron al trabajo arduo y duro de conseguir lo mejor para el reino que tanto amaban.

PRIMERA DONCELLA. Majestad creo que hemos hecho la mejor recopilación de virtudes que existen en el reino. Inmediatamente las traeremos ante usted.

REINA. Magnífico, háganlas pasar.

SEGUNDA DONCELLA. (Trae el arte.) Creo que aquí está una buena representación que puede ser digna de su reino.

ARTE. Yo soy el arte, virtud maravillosa que nos permite hacer todas las cosas con gusto y expresión, abarca todas las esferas de la actividad, el progreso de la cultura. Soy un genio creador de lo bello. Sin mí el mundo sería un desierto árido, sin vida ni expresión. Puedo ayudar en el progreso de la humanidad.

REINA. Veo en ti una bella cualidad. Siéntate a mi lado.

PRIMERA DONCELLA. He buscado por todos los lugares de su reino y creo que he encontrado la heredera del trono. Le presento a la música.

MÚSICA. Vengo ante usted representado a la música que es la combinación de melodía y armonía. Soy capaz de extasiar y dirigir la mente a cosas elevadas y produzco deleites a quienes me escuchan, conmuevo la sensibilidad ya sea para alegría o tristeza. Entre mis mejores y conocidos intérpretes tenemos a Bach, Handel, Meldelson y muchos más. ¿No piensan que la música es un don elevado y sublime?

REINA. Es cierto que la música es una de las virtudes más bellas y como creo que eres necesaria quédate con nosotras.

SEGUNDA DONCELLA. Traigo una bella cualidad ante usted

REINA. Dime ¿a quién representas?

CORTESÍA. Soy la cortesía. Demuestro a todos la atención, respeto y afecto; en mí encierro la afabilidad, la gentileza y el trato correcto y sincero que necesitan mis semejantes; soy digna de ser llevada por todos los hombres.

REINA. Eres base y fundamento de nuestro reino, te invitamos a que permanezcas en nuestro medio.

PRIMERA DONCELLA. Creo que he encontrado lo que hacía falta, he traído la modestia.

MODESTIA. Soy la virtud que modera, templa y regla las acciones externas conteniendo al hombre en los límites de su estado. Soy la honestidad y el recato en las acciones o palabras.

REINA: Creo que hasta ahora todos son dignos de mi reino: te concedemos un lugar con nosotras.

SEGUNDA DONCELLA. He venido desde muy lejos para traerte esta virtud que seguro ha de ser de su agrado: es la Sabiduría.

SABIDUR
ÍA. Soy el conocimiento profundo en artes y letras, represento la sabiduría, la conducta prudente en la vida y en los negocios, ¿quién puede hacer algo correcto sin sabiduría?

REINA. Quédate con nosotros, serás muy importante.

PRIMERA DONCELLA. Hemos tratado de buscar las mejores virtudes y esta es un derivado de la música y creo que le será muy útil: le traigo el Canto.

CANTO. Represento al Canto que es el arte de combinar los sonidos de la voz a los instrumentos. Yo poseo la virtud de traer paz y calma al alma que se encuentra desalentada y elevo el pensamiento hacia lo bello. Hasta los pajarillos nos deleitan con su suave trino.

REINA. Te considero útil; precisamente en estos días he estado muy preocupada y necesito de tu virtud para poder calmar mis angustias.

SEGUNDA DONCELLA. Iremos en busca de la que falta y estoy segura de que suplirá sus exigencias, y si es así creo que tendremos que reunirnos de nuevo. Nos hemos esforzado por buscar lo mejor.

(Salen las dos. Regresan las doncellass mientras se toca una marcha. En ese momento entra la Madre con un niño en brazos y todos se ponen de pié.)

PRIMERA DONCELLA. A usted le presento: La reina del hogar, La madre.

MADRE. Soy la madre, represento el amor más grande que existe en el mundo. El nombre que llevo significa dolores, sacrificios, desvelos, trabajos incansables, paciencia y perseverancia. Mi labor solo termina cuando muero. Llevo sobre mis hombros un gran deber y la más alta responsabilidad que existe.

REINA. Aquí ha concluido mi labor, no creo que otra persona sea capaz de dirigir como aquella que ha pasado por tantas pruebas y sacrificios y ha sabido mantenerse en el noble deber de educar a sus hijos. Tú eres la que mereces el trono. Siéntate aquí, éste es el lugar que te pertenece.

(Se sienta la madre en el trono y la reina le pone su corona.)

REINA. Ahora quiero que ustedes que serán las que ayudarán a triunfar les brinden sus dones desde este momento. ¿No querrás tú virtud del canto dedicar a la nueva reina, la madre, tus interpretaciones?

CANTO. Para quien todo lo merece, claro que estoy dispuesta. (Canta un canto.)

REINA. Estoy segura de que el arte estará dispuesta a ofrecer su virtud lírica a la Madre.

AR
TE. Con mucho gusto. (Recita una poesía.)

MADRE. Muchas gracias a todas por esta demostración de aprecio y por haberme elegido como reina. Pesa sobre mis hombros de madre y de todas las madres el más tierno cuidado por nuestros hijos, guiando sus vidas paso a paso a fin de dirigirlos por el Camino correcto para que sean de utilidad y una bendición para los que le rodean. Un día tendremos que presentarnos ante el Rey de Reyes y decirle qué hemos hecho con nuestros hijos. Ojalá podamos responder: “He aquí yo y los hijos que me diste, y que podamos recibir de sus manos el más alto obsequio; la corona incorruptible de gloria”.


FIN


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